- Nombre: Guille
- Ubicación: Argentina
Exorcizamus te, omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica!
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La infinita inseguridad de la seguridad.
Lost in this spectacle, it was easy for me to slip past the security station by just pretending I belonged. I make this sound easy, but in fact I was just following the five magic rules for getting into any event in the world:
1. Wear a suit. 2. Wear a Bluetooth headset. 3. Pretend to be talking loudly to someone on the other line. 4. Carry a clipboard. 5. Be white. Etiquetas: Al azar
Leekspin!
Eàtsa Tsa Parelì Parelà Landì Parelì Landì Standù Larì Pidapilà Larù Padirù Pirà Anguricangù Caeachiridangù! Aràtsa tsa Earibidabidì Laberìt Standìl Landèl Landò Abarì Pattà Parì Parì Paripiripiripiri Standèl Landò! Eabarì Làstel Landè Ialò Eabarebereberebudu Iabù Parì Standèl Lastèl Landò Badàche Dàche Dàche Du Du Deheadò! (Gracias Amber por reducir aún más mi productividad.) Etiquetas: Al azar
Siete mil millones.
Hace exactamente 82 días y 20 minutos ocurrió algo muy extraño en todo el mundo. Nadie sabe cómo ni por qué, pero simultáneamente en todas las ciudades se pudo ver cómo el número 7.000.000.000 apareció en todo aparato electrónico capaz de mostrar números. Al principio todos creyeron que se trataba de algun fallo de programación de sus computadoras y teléfonos celulares. Otros argumentaban que era algo parecido al conocido "bug del año 2000" diez años atrás. Durante un dia entero, es decir exactamente 24 horas, el número no se modificó. A las 00.00 GMT del 11 de abril de 2010, el número comenzó a reducirse de forma drástica. Cada uno de los preocupados habitantes del planeta pudo ver cambiar los dígitos, en cuenta descendente. Y como era de esperarse, tras todos los ataques terroristas en los últimos 10 años, se formó una paranoia colectiva en la sociedad, una fobia a lo desconocido. El número disminuía a cada milisegundo que pasaba. Personalmente, me encuentro en una situación difícil de explicar. Me quedan menos de seis minutos, en los cuales voy a tratar de explicar lo que ocurrió durante los ultimos 6.999.600.000 milisegundos. Unas horas después de que el reloj inició su conteo, todos comenzamos a notar que ningun aparato electrónico funcionaba correctamente. Para ser precisos, no habia forma de usarlos, solamente estaban ahí para mostrarnos sus (hasta entonces) desconocidos números. Imagínense, no había formas de comunicación, y eso era lo que hacía a la situación más extraña. Poco después, comenzamos a notar la ausencia de ciertas personas. Y no me refiero a gente que corría desesperada, sino a gente que estaba al lado nuestro. Y no había ningún rastro de ellos en la zona. Día tras día, más gente desaparecía sin previo aviso. No se encontraban ni cadáveres, ni ropas, ni articulos personales. Debido a la completa imposibilidad de comunicación instantánea con alguien a más de 10 kilómetros, nadie sabía que en todas y cada una de las otras ciudades del mundo estaba ocurriendo exactamente lo mismo. Y lo realmente interesante y desesperante a la vez, era que cada vez que el "número mágico" disminuía, una persona desaparecía en algún lugar del mundo. Así fué como perdí a mis seres queridos, sin siquiera saber a dónde habían ido. Era más preocupante que si hubieran fallecido, al menos la muerte es natural. Estoy solo en mi ciudad, esperando mi hora de partida. En unos 3 minutos finaliza la fatídica cuenta atrás. La raza humana extinguida en exactamente 81 días, 26 minutos y 40 segundos. Creo que sería conveniente dormir, pero a la vez quiero saber qué va a pasar conmigo cuando me toque desaparecer. Escucho algunos ruidos detrás mío... el reloj se detuvo. La pantalla de mi teléfono dice 0.000.000.001 y no hay nadie más en la habitación. El miedo impide que me mueva, la curiosidad me lleva a salir de la casa. Afuera brilla el sol y el silencio es sepulcral. Una lluvia de pensamientos me inunda, y caigo en una desesperante conclusión: Estoy condenado. Condenado a ser el último humano en pie en este planeta. Etiquetas: Ficcion
Causalidad, destino y enlaces.
Y así fué como, después de pasar cerca de media hora mirando desde esa ventana a la gran ciudad que se dibujaba en el horizonte, salió, se acostó en el césped (a mirar las estrellas, habría dicho él) y descubrió aquello que cambiaría su forma de pensar y de vivir. Hay gente que cree en el destino, pensó, y sintió lástima por ellos. Actúan como unas marionetas trágicas de paseo por una vida que ellos consideran completamente determinada aún antes de vivirla. Claro que también hay gente que cree en la causalidad, y ellos son los que creen controlar su futuro con cada una de sus acciones presentes y pasadas. Casi sin moverse pensó también en lo poco relevante que eran esas cuestiones para formas de vida no humana, y sonrió mientras imaginaba a su perro (un imponente aunque inofensivo pastor alemán) cuestionándose sobre los mismos temas. Se imaginó el mundo como una gran red social, donde cada acción de cada una de las personas modificaba la fortaleza de los enlaces interpersonales. Mientras pasaba el tiempo los enlaces se fortalecían y debilitaban, se creaban nuevos, y algunos se eliminaban. En un momento, su imaginación congeló la visión. Se concentró en uno cualquiera de dichos enlaces, uno de los que parecía más fuertes. Y descubrió el defecto principal de la red, algo que nunca se había imaginado. Los enlaces tenían la particularidad de adaptarse a cualquier explicacion posible sobre su origen y trascendencia, y eso le preocupaba. Un creyente en el destino dirá que dicho enlace estaba previsto para él, mientras que desde el punto de vista de la causalidad siempre se puede encontrar alguna causa para dicho efecto. Otros opinarán sobre el karma, otros sobre algun premio divino. Para salir de su disturbio mental, se convenció de que la red está basada en comportamientos netamente humanos que no están regidos por ningun tipo de regla. Los enlaces son tan aleatorios como intemporales, dependen solamente de la personalidad de cada uno de los nodos. Así, sonriendo, aceptó la idea. Y concluyó que independientemente de sus acciones o inacciones, sus enlaces se atenúan en el tiempo. Y decidió convertirse en un punto aislado. Unos meses más tarde, por inacción, lo conseguiría. Amaneció, y él ya no estaba. La brisa de la mañana restauró las briznas de césped que habían quedado aplastadas. Afortunadamente nadie siguió sus huellas, más que su perro. Etiquetas: Ficcion
Joining you.
And you were mindboggling, you were intense, you were uncomfortable in your own skin, you were thirsty, but mostly you were beautiful.
[...]
We need reflection, we need a really good memory... feel free to call me a little more often.
Alanis Morissette - Joining youFoto: Flickr Etiquetas: Canciones
In void we trust.
La confianza es algo escaso, al menos para mí. Tengo confianza ciega en muy pocas personas, y espero que nadie la tenga en mí, no ando con ganas de defraudar gente. De cualquier forma, la gente es mas propensa a que yo pierda confianza en ellas a que la gane. En otras palabras, cada vez hay menos gente con la que puedo hablar de cosas concretas, dejando de lado el small talk. Hoy se me ocurrió preguntarme por qué, y todavía no encontré respuesta. Es probable que mis estándares en cuanto a la amistad sean bastante altos, y aún así, no necesariamente todos los (pocos) que están en ese grupo cumplen mis "requisitos inexistentes" sobre la confianza. Y llegado el caso, puede que me haya equivocado más de una vez (de hecho, sé que lo hice) pero no es algo preocupante. Nunca llegué a conocer tanto a nadie, creo... y pensandolo bien, no es tan malo. Y me queda la duda, qué es peor: perder la confianza en alguien, o haberla puesto en alguien equivocado? La gente cambia en el tiempo, cambia demasiado. Incluso cambia sus principios, y eso es lo peor. A veces queda un gusto amargo cuando "descubro" (creo que decir "noto" sería un poco más apropiado) que alguien no "paga" la confianza que le tengo. Y no, no hablo de pagos materiales, simplemente me refiero a que la amistad y por ende la confianza deben ser recíprocas para que el sistema funcione, salvo que una de las dos personas sea en realidad un grabador. Con la desventaja de que los grabadores no sirven más que para grabar clases aburridas. Soy paranoico, soy cerrado, soy selectivo, pero soy humano. No, en serio, dejá de reirte. En fin, la idea es que me cuesta establecer relaciones con las demás personas, pero tampoco tengo la necesidad de hacerlo, no tengo ganas de perder el poco respeto que le tengo a la sociedad y a muchos de sus miembros. Y si llegaste hasta acá leyendo y te estás preguntando "Y qué quiso decir con todo esto?", la respuesta es "Yo tampoco sé, lo escribi por una sucesión de hechos que me llevó a pensar el tema.". Supongo que no tiene sentido intentar entenderlo. Etiquetas: Reflexiones
Una de comics.
Si, hace mucho que no escribo. No, hoy tampoco voy a escribir. Es que en mi tiempo libre deambulando por internet me crucé con bastantes sitos de comics que por alguna u otra razon (probablemente una sola, si tenes ganas de saber cual es, leelos y date cuenta) me gustaron, o me hicieron reír más de lo normal (si, tanto como eso). A modo de aviso, están en inglés, pero valen la pena. Aca va la lista: User Friendly: Clásico de los clásicos, cuenta la vida de unos geeks trabajando en un centro de soporte técnico de un proveedor de servicios de internet. Garfield: Necesita presentación? Dilbert: Humor muy raro, pero realmente vale la pena. Sobre todo Dogbert. xkcd: Tira cómica bastante geek, de todo un poco. Red Meat: Humor mayoritariamente bizarro, destacable la presencia de Bug-Eyed Earl. Gracias Amber :) Questionable Content: Dificil de describir, es la vida de Marten y Faye dibujada todos los dias. Ctrl+Alt+Del: La vida de unos pseudo humanoides adictos a los juegos. En fin, eso es todo, tienen para entretenerse un rato. Saludos. Etiquetas: Al azar
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