Promesa incógnita.
Una carta escrita a mano con pulso tembloroso, otra a medio terminar, empapada en lágrimas. Al lado, una rosa ensangrentada. El escritorio parece decorado con manchas de tinta azul y sangre. La pluma ya no está en el tintero...
Mientras tanto en la habitación contigua, ella sigue llorando abrazada a su almohada. Horas mas tarde, luego de una promesa, quemaría las cartas y la flor.
Nunca más se la vio triste desde ese momento... nadie la volvió a ver llorar, hasta el fin de sus días.
Mientras tanto en la habitación contigua, ella sigue llorando abrazada a su almohada. Horas mas tarde, luego de una promesa, quemaría las cartas y la flor.
Nunca más se la vio triste desde ese momento... nadie la volvió a ver llorar, hasta el fin de sus días.
Etiquetas: Ficcion
2 Comentarios
Que mina orgullosa.
ojalá fuera tan fácil... no?