Mañanas confusas.

Días cortos, noches largas, mañanas envueltas en la oscuridad. Salir medio dormido a veces me siembra una insignificante duda sobre la hora, pensando en que no hace mucho tiempo, cuando volvía, también era de noche.
Aunque el tiempo fue mayor y la sensación peor, la desilusión va en crecimiento. Y peor aún es que todavía quedan más de cuarenta noches largas hasta que pase la reina de las noches, y el ciclo se revierta.